The Boys no es el cómic clásico de superhéroes, y por suerte. Si estás cansado de los típicos tipos con mallas que salvan gatitos de los árboles con miradas llenas de virtudes, entonces Garth Ennis y Darick Robertson tienen lo que necesitas. Aquí, los «supers» no son exactamente héroes, sino más bien sociópatas en busca de gloria y satisfacciones personales. Sí, hay explosiones, batallas épicas y personajes icónicos, pero cada página rezuma una corrosiva crítica al mito del superhéroe y a la cultura que lo adora. ¿Los protagonistas? Un grupo de «hombres normales» (aunque no tanto) que deciden dar una buena lección a estas arrogantes deidades. Billy Butcher, el líder del equipo, es la encarnación del odio bien dirigido. Un personaje con el carisma de un gánster londinense y la sutileza de un camión al enfrentarse a la moralidad. Y luego está Hughie, el perdedor de turno, que representa al lector lanzado a un mundo de ultraviolencia y bromas más afiladas que una cuchilla.