En el centro histórico de Edimburgo, se encuentra el Cementerio de Greyfriars, construido en 1561 cerca de un antiguo hospital.
A lo largo de los siglos, muchas personas famosas han sido enterradas en su interior.
Lo que hace que el cementerio de Greyfriars sea aún más macabro e inquietante son las decoraciones de los monumentos y mausoleos en su interior: esqueletos, calaveras y huesos cruzados, símbolos de muerte y condenación.
El 28 de febrero de 1638, en el cementerio de Greyfriars, los Covenanters se reunieron para firmar el Pacto Nacional, que imponía mantener su credo religioso y rebelarse contra la imposición del catolicismo.
En el cementerio, existía un verdadero campo de concentración, donde muchos Covenanters encontraron la muerte.
En toda el área, se sentía un nauseabundo hedor, causado por las repugnantes condiciones en las que se encontraban los prisioneros, que estaban expuestos a las inclemencias del tiempo, torturados y asesinados.
Con mucha frecuencia, los cuerpos eran enterrados en el interior del cementerio de Greyfriars.
Sir George Mackenzie
El Cementerio de Greyfriars también es escenario de muchos fenómenos paranormales.
Se dice que uno de los lugares más embrujados del cementerio es la llamada “tumba negra” de Sir George Mackenzie (hombre encargado de perseguir a los Covenanters).
En 1679, tras la batalla de Bothwell Bridge, Sir Mackenzie encarceló a más de mil doscientos Covenanters, justo en la prisión adyacente al cementerio de Greyfriars.
La forma cruel y sanguinaria en la que torturó y mató a los desafortunados le valió el nombre de Mackenzie el sanguinario.
La Tumba de Sir George Mackenzie
Los fenómenos misteriosos comenzaron hacia finales de los años noventa del siglo pasado.
Un vagabundo quedó atrapado en un montón de huesos, en un intento de robar algún objeto de valor, después de que el suelo cediera.
El hombre, tras ser rescatado, contó que los huesos lo apretaban como si estuvieran animados por una fuerza misteriosa.
Pocos días después del incidente, una mujer curiosa trató de mirar dentro del mausoleo a través de las rejas.
La desafortunada fue empujada violentamente hacia atrás, también en este caso por una fuerza misteriosa, como si una entidad paranormal intentara proteger la tumba.
En 1999, J. Henderson decidió organizar algunos tours del cementerio de Greyfriars, con el permiso del ayuntamiento de Edimburgo, para poder estudiar mejor estos fenómenos paranormales.
En un período de 17 años, entre 1990 y 2007, hubo más de 400 ataques por parte de entidades paranormales, muchos de los cuales dejaron marcas físicas visibles en las víctimas.
Los estudios realizados por J. Henderson también registran muchos sonidos, como gritos y lamentos.
En el año 2000, el reverendo Colin Grant, exorcista de Edimburgo, fue encargado de realizar un exorcismo dentro del cementerio.
La declaración que hizo afirmaba que las fuerzas malignas presentes eran demasiado poderosas, y que temía por su vida.
El reverendo Colin murió pocos días después en circunstancias misteriosas, y en su cuerpo se encontraron muchas marcas desconocidas.
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