Enemigo Público – Public Enemies
de Michael Mann (2009)
Nuevo encuentro con esta sección dedicada a las películas que tratan sobre empresas criminales.
Trama
Enemigo Público narra las vicisitudes de John Dillinger, criminal número uno en los Estados Unidos de los años treinta. A sus pasos está el joven agente Melvin Purvis, encargado por el FBI, bajo la dirección de Edgar Hoover.
“Crecí en una granja en Mountsville, Indiana, mi madre murió cuando tenía 3 años, mi padre me golpeaba porque no conocía otra forma de criarnos, me gusta el béisbol, el cine, la ropa elegante, los coches rápidos, el whisky y… tú. ¿Qué más hay que saber?”
(Johnny Depp-John Dillinger, dirigido a Billie Frechette)
Bye Bye Blackbird.
Cada época tiene sus héroes.
Siempre ha sido así y siempre lo será.
El mundo los necesita, sobre todo en los momentos más dramáticos.
Los héroes dan oxígeno y nueva vitalidad.
Pensad en lo que sucedió en Estados Unidos, y en el resto del mundo, después del colapso de Wall Street durante aquel martes negro, en 1929.
Lo llamaron el “Gran Colapso” y fue la chispa de ese periodo que pasó a la historia con el nombre de “Gran Depresión”.
La economía colapsó, tras años de prosperidad, con todas las consecuencias del caso: quiebras de empresas, crisis de la clase media, despidos, desempleo, disminución del consumo y suicidios.
Fue en este contexto que John Dillinger se convirtió en el enemigo público número uno para el FBI y entró en el imaginario colectivo con sus elegantes trajes y su metralleta Thompson.
Pero, ¿quién era John Dillinger?
Su estilo encantador y sus modales contribuyeron a convertirlo en un mito, un personaje visto con gran simpatía por buena parte de la opinión pública.
Una especie de moderno Robin Hood que, durante sus robos, quemaba los registros contables con las deudas y las hipotecas de muchas personas en dificultades económicas.
Y luego John tenía un amor: Billie Frechette. La mujer que lo empujó a abandonar su filosofía de vida, ese famoso “𝘷𝘰𝘨𝘭𝘪𝘰 𝘵𝘶𝘵𝘵𝘰 𝘦 𝘭𝘰 𝘷𝘰𝘨𝘭𝘪𝘰 𝘢𝘥𝘦𝘴𝘴𝘰», esa urgencia del aquí y ahora.
Por ella llegará a planear un futuro juntos y un intento de fuga imposible.
Michael Mann desvía la atención de la figura del famoso gánster para evitar cualquier tipo de mitificación. Su intención es clara desde el título original que habla de “enemigos públicos”.
El plural, utilizado no por casualidad, quiere subrayar y resaltar toda la gama de personajes que giran en torno a la historia.
Hombres que hacen la historia, dispuestos en frentes opuestos, con la búsqueda obsesiva de un objetivo, con el deseo de demostrar que son mejores y más astutos que los demás.
Ningún moralismo y ninguna explicación psicológica, solo la descripción de los hechos, de los personajes, de sus estados de ánimo y de sus sentimientos.
Una película que avanza rápidamente a pesar de su duración, con escenas de acción de altísimo nivel y una fotografía, tanto en escenas diurnas como nocturnas, realmente notable. La reconstrucción de la época es perfecta hasta en los mínimos detalles.
Johnny Depp es realmente bueno interpretando al personaje principal sin exagerar, con la medida justa, pero es todo el elenco, en general, el que ofrece una gran actuación, desde el agente Purvis (Bale) hasta la encantadora Billie (la maravillosa y talentosa Marion Cotillard).
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