Gutterballs

Gutterballs dirigida por Ryan Nicholson (2008)

«No se sale vivo de los años 80» cantaba Manuel Agnelli con los Afterhours y la estrofa podría muy bien ser el titular para este título: «Gutterballs», importado por Spasmo Video de nuestro Alex Visani.

De hecho, la segunda obra de Ryan Nicholson es un claro e inequívoco homenaje a los slasher de esa década con una pizca, tal vez excesivamente larga, de rape (en particular) & revenge.

TRAMA

Para resolver una disputa amorosa, dos grupos rivales se enfrentan en una partida de bolos, pero el juego se convierte primero en una pelea y luego en una violación grupal, en una escena que casi parece parodiar (haciéndola aún más degradante) la secuencia de «The Accused” que tanto perturbó a la generación X. Después de la violencia, vuelven a jugar, pero esperando a los desafortunados hay un vengador enmascarado, sediento de sangre.

ANÁLISIS

GutterballsPuedo afirmar de inmediato que «Gutterballs» no es una buena película, es una película softcore, grotesca, demencial y vulgar…y sin embargo, a ratos, es realmente agradable si entras en el juego. ¿Cuál es el juego? Es el buen viejo «sabor a Troma» si entiendes a lo que me refiero. En fin, te acomodas y te preparas para recibir paladas de entrañas y de políticamente incorrecto mientras comes porquerías. Ahora, por qué en 2024 una película gore debería ser políticamente correcta no lo sabemos y es más probable que el trabajo de Nicholson haría caer del balcón a todas las Laura Mulvey de los alrededores, con buena paz de la escopofilia fetichista. Pero si queremos ver lo que en realidad es una comedia gore con la perspectiva de un crítico cinematográfico moralista, entonces no deberíamos ni siquiera tener en el radar una película como Gutterballs, que en la mesa ofrece penes cortados, épicos 69 del necrosutra, bolos usados de manera inapropiada, batidos de cabezas…y todo a precios módicos, sin compromisos.

Paradójicamente, la película de Nicholson (que trabajó anteriormente en los efectos especiales de X-Files, Andromeda, Outer Limits y Destino Final) es en realidad más democrática que todas las películas del buen viejo Alfred Hitchcock, que según la Mulvey estaba influenciado por la cultura patriarcal y convertía a la mujer en un fetiche a torturar; aquí las muertes (absolutamente brutales y bastante imaginativas) afectan a todos por igual: hombres, mujeres, transexuales.

EN CONCLUSIÓN

Para concluir, no es una película para aficionados a la sofisticación actoral y no es una película para los mojigatos burgueses de los años 2000. Pero si te gustan las películas Z, si amas la carnicería del cine de terror independiente y llevas una estampa de Art el payaso en el bolsillo…entonces Gutterballs es la película para ti.

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