Melzo (Milano), 27 de mayo de 2022 – Melzo Mata a la Madre y la Descuartiza.
Homicidio voluntario, profanación y supresión de cadáver.
Estas son las acusaciones contra R.F., la hija de 58 años detenida porque supuestamente mató y descuartizó a su madre L.C. en el apartamento de la calle Boves en Melzo, en la provincia de Milán.
La medida emitida por el fiscal de turno llegó por la noche después de que los investigadores interrogaran a la mujer de 58 años y a las otras dos hijas de la víctima. Sin embargo, según los investigadores, R.F. no habría dicho más palabras después de la explosión de ayer con su hermana y tras la llegada de los militares, ante quienes habría repetido que había «hecho un desastre».
El homicidio
R.F. era la única de las tres hijas de la mujer de 84 años que se ocupaba de su madre y tenía las llaves de su casa.
Las hermanas menores, una residente como la víctima en Melzo, la otra en Trento, no veían a su madre desde hacía meses.
Según las investigaciones, parece que el homicidio se cometió hace dos meses, entre finales de marzo y principios de abril.
El día del crimen, la acusada podría haber acompañado a su madre hasta el baño y luego le habría tapado la boca con cinta adhesiva, antes de sellar la bañera con un paño, hasta provocarle la muerte por asfixia.
La mujer finalmente habría utilizado una sierra, encontrada y confiscada por los carabineros de Milán, para seccionar el cadáver en varios puntos.
El cuerpo de la víctima, en avanzado estado de descomposición, será analizado por los médicos forenses y el antropólogo forense, para confirmar las causas de la muerte y cuándo ocurrió.
Las sospechas de los carabineros del núcleo investigativo del comando de Moscova, trabajando junto a sus colegas de Pioltello y Melzo, se concentraron desde el principio en el ámbito familiar.
Y así lo hicieron los del fiscal.
En particular, se centraron en la hija, la mayor, que vive a unos pocos kilómetros de su madre, en Mediglia, y que a lo largo de los años siempre se había ocupado de ella, la seguía, la cuidaba.
La anciana vivía sola, era autosuficiente, pero últimamente había comenzado a tener problemas de movilidad y un principio de demencia senil.
Y este empeoramiento podría haber pesado en la dinámica de cuidado de la hija hacia la madre que se había consolidado a lo largo de los años.
De todos modos, son significativos los intentos de despiste que la mujer de 58 años había puesto en práctica desde hacía semanas con respecto a la otra hermana, que buscaba a la madre y no la encontraba.
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