RIP FRANCESCO NUTI
Unidos en el dolor, los familiares agradecen de corazón al personal sanitario y a todos aquellos que cuidaron al actor durante el largo período de enfermedad», se lee en un comunicado emitido por su hija Ginevra junto a la familia.
Actor, director, cantante y pintor por afición. Ha fallecido Francesco Nuti, personaje cómico y amargo del cine italiano. Tenía 68 años y llevaba enfermo desde hacía tiempo. Fue su hija Ginevra junto a los familiares quienes dieron la noticia. Unidos en el dolor «agradecen de corazón al personal sanitario y a todos aquellos que cuidaron al actor durante el largo período de enfermedad, especialmente al personal de Villa Verde de Roma», se lee en un comunicado.
En la vida de uno de los protagonistas más queridos del mundo del espectáculo italiano llegó demasiado pronto la depresión, que lo hizo caer y levantarse varias veces, en una dura y devastadora batalla personal, entre éxitos y fracasos, en la compleja búsqueda de un equilibrio nunca encontrado. Ni siquiera el nacimiento de Ginevra, fruto de su relación con la excompañera Annamaria Malipiero, marcó un cambio.
La enfermedad del actor
Fue en 2003 cuando en una llamada telefónica a la agencia Ansa amenazó con suicidarse, visto como la única solución ante la desconfianza e indiferencia de los productores. Luego vinieron una serie de hospitalizaciones y tratamientos contra su malestar vital. Varios fueron los intentos de volver a trabajar, con muchas dificultades.
El 2 de septiembre de 2006, el actor fue encontrado en su casa de los Parioli en coma debido a una hemorragia cerebral y fue ingresado de urgencia en el Policlinico Umberto I. Luego vinieron una larga y difícil rehabilitación neuro-motora, un camino cuesta arriba, enfrentado con coraje y determinación. Hasta hoy.
Campeón en la taquilla en los años 80
Su filmografía es un largo camino que comenzó en 1981, cuando a los 26 años se unió a los Giancattivi de Alessandro Benvenuti y Athina Cenci. El éxito llegó con Io Chiara e lo Scuro dirigida por Maurizio Ponzi. Desde el ’85 también fue director. Entre sus mayores éxitos, Tutta colpa del Paradiso, Caruso Pascoski di padre polacco, Willy Signori e vengo da lontano y Donne con le gonne. En el ’94 decepcionó con su trabajo más ambicioso «Occhiopinocchio». Recuperó terreno con Il signor Quindicipalle, con Sabrina Ferilli, luego otro éxito, Io amo Andrea, interpretado por Francesca Neri, donde también aparece su hija de pocos meses. Aquí comenzó la verdadera batalla para recuperar su vida, interrumpida solo por breves trabajos.
El recuerdo de Carlo Conti
«Francesco fue un grande que no necesita presentación: ha hecho historia en la comedia italiana, para nosotros que vinimos después, con Benigni, Poli y los Giancattivi fue un punto de referencia». Con la voz quebrada por la emoción, Carlo Conti así recuerda a Francesco Nuti con la ANSA. «Con Pieraccioni y Panariello – destaca Conti – siempre lo hemos visto como un referente para el espectáculo, el cine, la televisión, esos años de Non Stop, de la Smorfia, de Verdone, de Troisi, una generación de fenómenos. Sin mencionar la aventura cinematográfica que representó pasajes importantes para la comedia. Luego también nació una gran amistad que nos vio juntos con frecuencia. El largo calvario que enfrentó nos deja sin palabras, mi abrazo va sobre todo a Ginevra», la hija del actor y director que estuvo a su lado hasta el final. Después del accidente doméstico y la hemorragia cerebral de 2006, que lo dejó en coma durante varios meses, Nuti también sufrió una hemorragia cerebral en 2016. El 11 de mayo de 2014, Conti, con Masini, Panariello y Pieraccioni organizó Buon Compleanno Francesco Nuti, un espectáculo especial en el Mandela Forum, con la presencia del mismo actor y director, que unos días después cumpliría 59 años: «Creo que fue su última salida pública – subraya hoy el presentador – con una fuerza increíble se puso de pie frente a siete mil personas, mientras Ginevra cantaba Sarà per te (la canción que Nuti llevó a Sanremo en 1988, ndr). Fue un momento loco, todos estábamos conmovidos». Es demasiado pronto para hablar de homenajes: «En este momento – concluye Conti – debemos cerrarnos en el silencio y el recuerdo de lo grandioso que nos dejó. Un abrazo a Ginevra».
