S’Accabadora

La «s’accabadora» es una figura tradicional vinculada a la cultura sarda.

Esta figura está envuelta en un halo de misterio y superstición y ha sido objeto de debates y controversias durante muchos años. El término «s’accabadora» deriva del sardo y significa literalmente «la que pone fin».

La s’accabadora era una mujer anciana, respetada y temida, que desempeñaba un papel delicado dentro de la comunidad sarda. Su tarea principal era asistir a las personas moribundas, en particular a aquellos que sufrían enfermedades incurables o condiciones de sufrimiento extremo. Era llamada solo en casos extremos, cuando el paciente no tenía más esperanzas de curarse y deseaba poner fin a sus sufrimientos.

La tradición dice que la s’accabadora actuaba como una especie de «ángel de la muerte» compasivo, sin causar dolor o sufrimiento al paciente. Usaba una almohada o una sábana para cubrir el rostro del moribundo, ofreciendo una salida digna del sufrimiento y acompañándolo en el paso hacia el más allá. Todo esto ocurría en respeto a las creencias religiosas y a las costumbres de la comunidad sarda.

Sin embargo, cabe destacar que la actividad de la s’accabadora no estaba legalmente reconocida, y su práctica ocurría de manera secreta y bajo el velo del anonimato. Este aspecto ha contribuido a aumentar el misterio en torno a esta figura y ha llevado a debates sobre su existencia real y su función dentro de la sociedad sarda.

Con el paso del tiempo y la evolución de la sociedad, la figura de la s’accabadora ha ido desapareciendo gradualmente. Con la llegada de la medicina moderna y los derechos de los pacientes, la práctica de poner fin a la vida de una persona enferma ha sido delegada a decisiones éticas y legales más amplias, como la eutanasia y el testamento vital.

Hoy en día, la s’accabadora se ha convertido más en una figura legendaria que en un elemento concreto de la realidad sarda. Sin embargo, su historia y su papel en la tradición popular continúan fascinando a estudiosos, escritores y curiosos de todo el mundo. Algunos museos y centros culturales en Cerdeña han dedicado espacios y exposiciones para preservar la memoria de esta figura enigmática y para dar a conocer a las nuevas generaciones las antiguas tradiciones de la isla.

En conclusión, la s’accabadora representa un capítulo intrigante en la historia y la cultura de Cerdeña. A pesar de ser una figura controvertida, ha desempeñado un papel significativo en asistir a los enfermos terminales y ofrecerles un paso respetuoso hacia el más allá. Su historia sirve como recordatorio de las tradiciones únicas de esta fascinante isla mediterránea y de la importancia de preservar y comprender los matices de su rica cultura.


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