The Boys

Marshal Law

Marshal Law

Marshal Law es un cómic que marcó un verdadero punto de inflexión en el panorama de las historias de superhéroes. Creado por Pat Mills y Kevin O’Neill, la serie debutó a principios de los años 80 como una parodia oscura y violenta del género. No solo se distanció radicalmente de las narrativas heroicas tradicionales, sino que también inspiró obras modernas como The Boys, con la cual comparte muchas de sus temáticas y la misma visión cínica y desilusionada sobre los superhéroes. De hecho, la obra de Garth Ennis tomó inspiración de Marshal Law para explorar la idea de los superhéroes como personajes corruptos y moralmente ambiguos, anticipando muchas de sus temáticas, como el abuso de poder y la crítica a la sociedad consumista.

The Boys - Serie de Televisión

The Boys – Serie de Televisión

The Boys es una serie que desmantela el mito del superhéroe como figura moral, retratando un mundo donde los poderes son herramientas de abuso y comercio. Con un enfoque cínico y violento, la serie explora cómo los superhéroes, gestionados por la despiadada multinacional Vought, son más peligrosos que los criminales comunes. El conflicto entre los Boys, liderados por Billy Butcher, y los Siete, encabezados por el impredecible Homelander, crea una narrativa explosiva.

The Boys

The Boys

The Boys no es el cómic clásico de superhéroes, y por suerte. Si estás cansado de los típicos tipos con mallas que salvan gatitos de los árboles con miradas llenas de virtudes, entonces Garth Ennis y Darick Robertson tienen lo que necesitas. Aquí, los «supers» no son exactamente héroes, sino más bien sociópatas en busca de gloria y satisfacciones personales. Sí, hay explosiones, batallas épicas y personajes icónicos, pero cada página rezuma una corrosiva crítica al mito del superhéroe y a la cultura que lo adora. ¿Los protagonistas? Un grupo de «hombres normales» (aunque no tanto) que deciden dar una buena lección a estas arrogantes deidades. Billy Butcher, el líder del equipo, es la encarnación del odio bien dirigido. Un personaje con el carisma de un gánster londinense y la sutileza de un camión al enfrentarse a la moralidad. Y luego está Hughie, el perdedor de turno, que representa al lector lanzado a un mundo de ultraviolencia y bromas más afiladas que una cuchilla.