La Salem Italiana
La Liguria es rica en hermosos pueblos, uno de ellos es Triora, una pequeña localidad a pocos kilómetros de Imperia.
Su historia es muy fascinante y misteriosa, y lo que hoy parece ser un encantador pueblo, una vez ocultaba historias, leyendas y episodios no tan serenos.
En el verano de 1587, la ciudad de Triora fue golpeada por una grave hambruna y por condiciones meteorológicas realmente adversas.
Estos acontecimientos funestos convencieron a los habitantes de que la culpa de estas desgracias recaía en las brujas, que se decía que vivían escondidas en el pueblo.
Así comenzó la mayor caza de brujas que Italia recuerda.
Al igual que en la famosa ciudad estadounidense de Salem, la gente de Triora apuntó con el dedo a esas presencias femeninas que vivían de manera no convencional.
Conocedoras de remedios naturales y hierbas medicinales o simplemente mujeres que practicaban cultos alejados de la doctrina dominante.
La Inquisición
La Iglesia con el Tribunal de la Inquisición fue llamada a verificar las sospechas de la población de Triora sobre la presencia de las malvadas brujas.
La Inquisición estaba lista para actuar con sus medios más macabros.
Y así fue como se identificaron primero 20 mujeres acusadas de brujería.
Luego aumentaron cada vez más en un clima de paranoia y confesiones obtenidas bajo tortura.
Trece mujeres fueron capturadas y encarceladas, sometidas a las más abominables torturas presentes en el “Malleus Maleficarum”.
La rueda, el potro y muchos otros suplicios fueron empleados para obtener confesiones.
Las presuntas brujas fueron juzgadas, muchas de ellas se quitaron la vida o la perdieron a causa de las sangrientas torturas, lo que es cierto es que al menos 4 brujas fueron quemadas en el Monte de las Horcas.
El caso emblemático fue, sin embargo, el de Franchetta Borelli.
Franchetta Borelli
La muerte de la mujer acusada de brujería y pactos diabólicos ocurrió finalmente en circunstancias misteriosas.
Se dice que, después de 48 horas de suplicios y torturas, sin haber confesado ninguna culpa, la Borelli comenzó en un delirio a hablar del viento que soplaba por la ventana y del daño que haría a las castañas aún no maduras.
En ese instante, con un golpe repentino, se habría lanzado por esa ventana abierta.
El cuerpo de Franchetta, de aquella que ya todos habían etiquetado como la “Bruja” y marginada de la comunidad, un poco como en la novela “La letra escarlata”, nunca fue encontrado y la creencia popular quiso que el diablo la hubiera llevado volando con él.
Para siempre.
En este lugar lo oculto se convirtió en habitual, tanto que el símbolo de la ciudad todavía es Cerbero: el legendario perro de tres cabezas que custodia los Infiernos.
La Cabotina
En Triora había un lugar llamado la Cabotina, donde se pensaba que las brujas habrían hecho sus pactos mortales con el diablo y un cartel dice: el lugar donde las brujas danzaban con el diablo….
¿Y ustedes, almas oscuras, no harían una danza con el diablo?
Les recomendamos algunas ubicaciones directamente en el pueblo de Triora para saborear su atmósfera.
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