El Funeral
de Abel Ferrara (1996)
Años 30. Dos hermanos, gánsteres del crimen organizado de Nueva York, se reúnen durante el velorio del tercer hermano y recorren la historia de su familia.
Cita.
«𝘛𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘴𝘵𝘶𝘥𝘪𝘰𝘴 𝘤𝘢𝘵𝘵𝘰𝘭𝘪𝘤𝘰𝘴 𝘥𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘥𝘪𝘱𝘦𝘯𝘥𝘦𝘯 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘳𝘦𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘢 𝘮𝘢𝘴 𝘢𝘭𝘭𝘰 𝘴𝘵𝘦𝘴𝘰 𝘵𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘥𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘪 𝘴𝘦𝘳𝘷𝘦 𝘭𝘢 𝘨𝘳𝘢𝘻𝘪𝘢 𝘥𝘪 𝘋𝘪𝘰 𝘱𝘦𝘳 𝘧𝘢𝘳𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘭𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦’ 𝘨𝘪𝘶𝘴𝘵𝘰..𝘷𝘪𝘦𝘯𝘪𝘮𝘪 𝘥𝘪𝘦𝘵𝘳𝘰 𝘑𝘦𝘢𝘯..𝘴𝘦 𝘪𝘰 𝘧𝘢𝘤𝘤𝘪𝘰 𝘲𝘶𝘢𝘭𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘥𝘪 𝘴𝘣𝑎𝑔𝑙𝑖𝑎𝑡𝑜 𝘦’ 𝘱𝘦𝘳𝘤𝘩𝘦’ 𝘋𝘪𝘰 𝘯𝘰𝘯 𝘮𝘪 𝘩𝘢 𝘥𝘢𝘵𝘰 𝘭𝘢 𝘨𝘳𝘢𝘻𝘪𝘢 𝘱𝘦𝘳 𝘧𝘢𝘳𝘦 𝘤𝘪𝘰’ 𝘲𝘶𝘦𝘴𝘵𝘰 𝘮𝘰𝘯𝘥𝘰 𝘧𝘢 𝘴𝘤𝘩𝘪𝘧𝘰, 𝘦’ 𝘤𝘰𝘭𝘱𝘢 𝘴𝘶𝘢. 𝘐𝘰 𝘱𝘰𝘴𝘴𝘰 𝘭𝘢𝘷𝘰𝘳𝘢𝘳 𝘤𝘰𝘯 𝘲𝘶𝘦𝘭𝘭𝘰 𝘤𝘩𝘦 𝘮𝘪 𝘩𝘢 𝘥𝘢𝘵𝘰 𝘭𝘶𝘪.»
«𝘊𝘰𝘴𝘪’, 𝘴𝘦 𝘶𝘯𝘰 𝘧𝘪𝘯𝘪𝘴𝘤𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘳𝘦 𝘱𝘳𝘰𝘪𝘦𝘵𝘵𝘪𝘭𝘪 𝘯𝘦𝘭 𝘤𝘳𝘢𝘯𝘪𝘰, 𝘦’ 𝘤𝘰𝘭𝘱𝘢 𝘥𝘪 𝘋𝘪𝘰..𝘮𝘢 𝘯𝘰𝘯 𝘵𝘪 𝘷𝘦𝘳𝘨𝘰𝘯𝘪 ?»
«𝘕𝘰𝘯 𝘮𝘪 𝘷𝘦𝘳𝘨𝘰𝘯𝘰 𝘱𝘦𝘳 𝘯𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘯𝘰𝘯 𝘭’𝘩𝘰 𝘧𝘢𝘵𝘵𝘰 𝘪𝘰 𝘪𝘭 𝘮𝘰𝘯𝘥𝘰.»
«𝘔𝘢 𝘯𝘦𝘢𝘯𝘤𝘩𝘦 𝘧𝘢𝘪 𝘲𝘶𝘢𝘭𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘱𝘦𝘳 𝘳𝘦𝘯𝘥𝘦𝘳𝘭𝘰 𝘮𝘪𝘨𝘭𝘪𝘰𝘳𝘦.»
«𝘎𝘪𝘢’..𝘢𝘳𝘳𝘰𝘴𝘵𝘪𝘳𝘰’ 𝘢𝘭𝘭’𝘪𝘯𝘧𝘦𝘳𝘯𝘰.»
(𝗥𝗮𝘆 & 𝗝𝗲𝗮𝗻)
𝗠𝗜𝗘𝗡𝗧𝗥𝗔𝗦𝗜𝗖𝗜𝗢𝗡 𝗗𝗘 𝗝𝗨𝗦𝗧𝗜𝗖𝗜𝗔.
Ray Tempio: tan malo y violento, seducido por el Mal y terriblemente perdido en el pecado.
Mira todo desde arriba porque cree que no tiene responsabilidades, está convencido de que todo es culpa de Dios, el Supremo Creador.
El mundo lo hizo Él, al fin y al cabo. Ray no puede sino aceptar su naturaleza, hacer el trabajo para el cual fue diseñado.
Exactamente como cuando de niño mató por primera vez, con la pistola que le dio su padre. Porque las cosas son así, porque al final se asará en el infierno.
Entonces, vale la pena acostumbrarse a la idea desde el principio, reaccionar a su propia condena personal con violencia, alimentada por el deseo de venganza. Decidir sobre la vida y la muerte de quienes lo rodean, de alguna manera acercarse, casi queriendo tocar con las manos, de manera morbosa y orgullosa, a ese Dios al que tanto quisiera culpar.
Así es su sentido personal de justicia.
Consideraciones.
𝗔𝗯𝗲𝗹 𝗙𝗲𝗿𝗿𝗮𝗿𝗮 realiza una película sombría y pesimista, utilizando el tiempo de manera circular, con constantes flashbacks que se alternan con el presente y no dejan respiro al espectador (maravillosa en ese sentido es la escena inicial).
El Funeral es un drama cargado de tensión moral y sin ninguna posible consolación, en el que los protagonistas creen ser libres de elegir en base a sus capacidades, pero en realidad son esclavos de un sistema antiguo que rezuma ignorancia y no conoce otra cosa que la venganza como solución a las disputas humanas.
Si 𝗖𝗵𝗿𝗶𝘀𝘁𝗼𝗽𝗵𝗲𝗿 𝗪𝗮𝗹𝗸𝗲𝗻, como a menudo le sucede, es perfecto en cada movimiento y en cada expresión facial, quien realmente sorprende es 𝗖𝗵𝗿𝗶𝘀 𝗣𝗲𝗻𝗻, que roba la escena a todos y conquista un merecidísimo 𝖢𝗈𝗉𝗉𝖺 𝖵𝗈𝗅𝗉𝗂 por la mejor interpretación en el 𝖥𝖾𝗌𝗍𝗂𝗏𝖺𝗅 𝖽𝗂 𝖵𝖾𝗇𝖾𝗓𝗂𝖺.
Su personaje es loco y destructivo: sus ojos que “gritan” desesperación, su espíritu inconsolable, en caída libre hacia la inevitable tragedia final.
El Funeral es una película maravillosa que alcanza alturas épicas.
Representa, a mi juicio, una de las cosas más bellas que ha producido este director.
Imprescindible.
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